Te preguntarás cómo elaborar un flujo de caja proyectado que te permita monitorear la liquidez personal o de tu negocio, lo primero es que sepas que es una herramienta de gran utilidad para observar cómo se comportan los ingresos y egresos durante un tiempo determinado.
Se entiende como flujo de caja el “efectivo” real que ha entrado y salido de la caja. En función a ello se debe analizar y tomar decisiones para mejorar su estado, así que el flujo de caja te permite:
✅ Determinar si puedes pagar tus deudas.
✅ Saber si puedes y cuanto disponer para realizar inversiones.
✅ Cuanto puedes destinar a comprar de mercancías.
✅ Si necesitas financiamiento para operar tu negocio.
✅ Analizar y anticiparse a eventos que provoquen caer en insolvencia económica.
Sabiendo la importancia del Flujo de Caja, te mencionaremos 7 sencillos pasos para que prepares un flujo de caja proyectado como todo un Tesorero experto.
1. Determina el saldo inicial o punto de partida del flujo de caja
El punto de partida de un flujo de caja proyectado es calcular el saldo inicial disponible de tu negocio; para calcularlo tomas todas tus cuentas bancarias y sumas los saldos finales de cada, así puedes determinar el saldo inicial del flujo de caja que proyectarás.